Page 9 - DiscrusoGlzBueno
P. 9
Plantas, espacios y públicos. El desarrollo de la Botánica en la España peninsular entre 1833 y 1936
AGRADECIMIENTOS
Excelentísimo Señor Presidente
Excelentísimos e Ilustrísimos Señores Académicos
Queridos compañeros y amigos
Hace treinta y ocho años pisé, por primera vez, la biblioteca de esta Real Academia Nacional
de Farmacia; lo hice entonces para completar los datos que necesitaba para mi primer trabajo de
historia de la botánica, una bio-bibliografía de Blas Lázaro e Ibiza que, el Excmo. Sr. Salvador
Rivas Martínez, me había encargado para encabezar la publicación de la revista Lazaroa
(González Bueno, 1981a).
Desde entonces, hasta hoy, han sido muchas las personas que me han acompañado en el
camino que me lleva a ocupar esta tribuna. La doctora Ana Crespo de las Casas, mi directora de
tesis, me enseñó mucho más que taxonomía de líquenes, con ella aprendí la importancia de
perseverar en el trabajo y de disponer de una mente abierta para afrontar los nuevos retos que la
vida nos ofrece. Ella, junto a Eva Barreno, Víctor Jiménez Rico y Leopoldo García Sancho
constituyeron el primer grupo de investigación en el que me integré; ellos saben bien en cuánto
valoro su amistad. No puedo cerrar este párrafo sin mencionar al resto de los integrantes de la
Cátedra de Botánica de la Facultad de Farmacia de Madrid, con quienes compartí tiempo y
espacio durante ocho años, entre 1979 y 1987; y desde luego no sería bien nacido si no expresara
mi agradecimiento público a Carmen Navarro Aranda, Montserrat Gutiérrez Bustillo, Daniel
Sánchez-Mata, José Pizarro y Tomás Gallardo, quienes –además de acompañarme en mi vida
laboral- unieron sus nombres al mío en la elaboración de algún trabajo de interés histórico o
bibliográfico, mientras estuve adscrito a esa Cátedra.
En octubre de 1987 me trasladé a la Cátedra de Historia de la Farmacia, que había dirigido
don Guillermo Folch Jou quien, desde años atrás, me ofreció su cortesía al considerarme -sin
serlo- un miembro más de su equipo. Para entonces ya había publicado mis primeros trabajos
con Javier Puerto Sarmiento, con quien había coincidido en el grupo organizado por Joaquín
Fernández Pérez, en la Facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad Complutense; allí, en
un ya lejano 1980, compartí lecturas y discusiones con Alberto Gomis, Francisco Pelayo y
Antonio Lafuente; fue mi primera toma de contacto con lo que habría de ser mi futuro
profesional. Con vosotros aprendí a levantar los ojos del documento para poder contemplar el
horizonte de la Historia. Qué alegría siento al poder daros públicamente las gracias por vuestra
generosidad y por vuestra amistad, durante tanto tiempo.
En la Cátedra de Historia de la Farmacia, he compartido alegrías y tristezas –una vida, en
resumen- con María del Carmen Francés, Rosa Basante, Esther Alegre, María Luisa de Andrés,
Sagrario Muñoz Calvo, Eugenia Mazuecos y, más recientemente, con Carlos del Castillo
Rodríguez, María del Carmen González Leonor y Alejandra Gómez Martín y –cómo no- con
Almudena Sastre Barba, factótum en aquel espacio.
-7-