La vacuna de la malaria se probará a gran escala

Nunca se ha estado tan cerca de lograr una vacuna eficaz contra la malaria, la enfermedad transmitida por la picadura de un mosquito que mata cada 30 segundos. El fármaco experimental «RTS,S» de la compañía GSK empieza a cerrar el círculo. Ha demostrado que previene la malaria más severa, que reduce infecciones y protege sin riesgos a niños y a recién nacidos, una franja de edad donde la enfermedad es más letal. Estos buenos resultados, conseguidos hace un año en Mozambique, se han confirmado ahora en 1.234 niños en dos escenarios diferentes.

Los ensayos con 340 bebés de menos de un año en Tanzania y 894 niños de entre 5 y 17 meses de Kenia, demuestran que la vacuna se tolera bien y proporciona suficiente protección contra la malaria. Evita en un 65% las nuevas infecciones y, lo que es más importante, reduce los episodios de malaria clínica -cuando la enfermedad da la cara-, en un 53%.

Un dato importante que aporta uno de los nuevos estudios es que la nueva vacuna tendría la misma tolerancia y eficacia administrada junto al resto de vacunas infantiles como las que protegen del sarampión, la polio o la difteria. Esta posibilidad facilitará mucho las campañas de inmunización infantil en África y abaratará los costes.

FÓRMULA MEJORADA

La nueva investigación también ha demostrado que la vacuna puede mejorarse. En uno de los estudios -el que incorporaba 894 niños-, ha utilizado una fórmula mejorada con un nuevo adyuvante. Los adyuvantes son compuestos que se añaden a algunas vacunas para aumentar su eficacia. Con esta formulación se logró una mejor respuesta y protección.

Estos resultados tan esperanzadores se presentaron en dos foros: en la edición digital de la revista científica «New England Journal of Medicine» y en la reunión anual de la Sociedad Americana de Medicina Tropical que se celebra en Nueva Orleans (EE.UU.). Los dos estudios confirman los resultados obtenidos en otros ensayos como los que ha dirigido el médico español Pedro Alonso en Mozambique. Y, sobre todo, despejan definitivamente el camino para poner en marcha el próximo año un ensayo a gran escala, explicó a ABC, John Aponte, del Cresib de Barcelona. Aponte es uno de los investigadores del equipo español que evalúa la vacuna de la malaria. En el próximo ensayo, se vacunará a 16.000 bebés en siete países africanos: Mozambique, Tanzania, Kenia, Gabón, Ghana, Gambia y Malawi. Será el banco de pruebas más duro y el último requisito antes de la comercialización definitiva de la vacuna. Sólo entonces se sabrá si este fármaco es capaz de controlar la epidemia de malaria.

Mientras sólo hay motivos para la esperanza. Christian Loucq, director de la Iniciativa para el Desarrollo de la Vacuna de la Malaria, no podía disimular su entusiasmo: «Nunca hemos estado tan cerca de conseguir una vacuna con la que controlemos la malaria. Lo lograremos como en su día lo hicimos con la viruela o la polio». Aunque no tengamos un fármaco cien por cien eficaz, «tendremos la posibilidad de salvar miles de vidas cada año».

CON LA AYUDA DE MOSQUITERAS

Una de las dudas que aún se debe despejar es el tiempo de protección. Aún no se sabe si la vacuna es capaz de proteger a largo plazo. «Con la información que tenemos aún no podemos responder a esa pregunta», señaló Aponte. Los datos que se tienen indican que con tres dosis se logra mantener alejada la enfermedad 18 meses. El «padre» de la vacuna, Joe Cohen, confía en que la protección se mantenga «durante años».

«Es la primera vacuna que muestra una protección significativa tanto en el laboratorio como en estudios de campo», escriben Collins y Barnwell de los CDC de Estados Unidos, en un editorial que acompaña a los estudios. Pero los mismos expertos advierten de que las mosquiteras con insecticida, que se están extendiendo en África también contribuyeron.

Autor: N. Ramírez de Castro
ABC electrónico 9-12-2008